Violet y Finch: Libro vs. Peli

Hay un libro que terminé hace unos días y que no me puedo quitar de la cabeza: Violet y Finch. Quizá te suene por la peli de Netflix.

Esta novela no solo es una historia de amor, de hecho, me atrevería a decir que la historia de amor entre los dos adolescentes es el punto menos relevante. Lo que ha conseguido que me quede enganchada a él y que todavía permanezca pululando en mi cabeza son dos temas.

¿Por qué nos cuesta comprender las enfermedades mentales? ¿Por qué seguimos manteniendo el suicidio como un tema tabú?

Violet y Finch, un libro más allá del amor

Su sinopsis dice esto: Violet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse?
Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.

Sin embargo, es mucho más. Se trata de un libro que tanto adolescentes como adultos deberíamos leer por todo el trasfondo que hay detrás de esas casi cuatrocientas páginas.

Tengo la sensación de que se suele tratar a los adolescentes como si sus sentimientos no siempre importaran porque están en «la edad del pavo» y claro, todo es exagerado, no hay madurez…

Me niego a esas frases tan rotundas y limitantes.

Es más, creo, y lo digo desde mi experiencia, que la adolescencia es una de las etapas más complicadas. Tienes que lidiar con problemas, muchísimas veces, bastantes complejos sin tener las herramientas suficientes para poder expresarte y transitar esas emociones que no te dejan ver más allá.

Eso mismo ocurre con Violet y Finch.

El duelo por un ser querido

Violet ha perdido a su hermana mayor en un accidente de coche. Su mayor pasión, que era escribir, ahora le resulta imposible. Destrozada, sin rumbo y con la culpa de sentir que ella sigue viviendo mientras que su hermana no, lidia con la muerte.

Un duelo que la ha alejado de sus amigos, de las risas, de las ganas de avanzar. A este peso, también hay que sumarle la presión de su entorno para que vuelva a ser lo más pronto posible esa chica alegre y repleta de ideas. Esa chica que no simboliza el dolor y la pena.

¿Por qué no somos conscientes que un duelo para una persona puede ser de una semana y para otra serán años?

Finch le ayudará a transitar la pérdida desde el respeto y la empatía, al fin y al cabo, él lleva toda su vida intentando encontrar su lugar, comprender por qué cambian sus estados de humor de forma drástica.

Las enfermedades mentales y el suicidio

Como menciona la autora en las últimas páginas del libro, las enfermedades mentales y el suicidio están envueltos en etiquetas que estigmatizan y que impiden que muchas de esas personas pidan ayuda.

Porque demasiadas veces, cuando pedimos ayuda en vez de recibir apoyo lo que conseguimos es un juicio y otra carga más que soportar en la mochila.

A Finch lo han etiquetado en el instituto como friki, con que intentó suicidarse a principios de curso, también con trastorno de bipolaridad.

Esas etiquetas lo encasilla sin espacio para avanzar. Lo meten en una caja de la que nadie pretende sacarlo.

Es increíble cómo Jennifer Niven, la autora de Violet y Finch, ha conseguido crear unos personajes tan profundos. Traspasan las páginas, se perciben a la perfección sus miedos, sueños y el camino tan pedregoso por el que transitan.

Conseguir ese impacto psicológico me parece extraordinario. Y creo que esta novela puede ayudar a muchísima gente, adolescente o no.

«Deseo alejarme de estos chicos que no han hecho nada malo excepto nacer con un cerebro distinto y un cableado distinto, y pienso en los que no están aquí para comer galletas con carbón animal y compartir sus historias, en los que no salieron de ello y nunca tuvieron una oportunidad. Deseo alejarme del estigma que todos sienten por el simple hecho de padecer una enfermedad mental y no una enfermedad de los pulmones o de la sangre».

La historia de amor

El camino de Violet y Finch, a pesar de estar en el mismo instituto, se cruza en uno de los puntos más complicados de Violet, el primer cumpleaños de su hermana después del accidente.

A partir de ahí, con pequeños pasos, que además me parecen muy respetuosos aunque también retadores, se convertirán en grandes amigos y se enamorarán.

Quiero remarcar el hecho de pequeños pasos respetuosos pero retadores.

Creo que hay una línea muy fina, y demasiado fácil de cruzar, cuando escribimos ficción: que el empuje que aplique un personaje sea más bien una violación a los procesos y deseos de otro.

Me explico. Si en la vida real un chico besa a una chica y ella quiere apartarse pero él la sigue sosteniendo porque considera que es la forma de que ella salga del letargo X en el que está sumida, lo veríamos como una situación denunciable y deningrante.

Pues esa misma situación la he visto demasiadas veces en libros, sobre todo juveniles o románticos, y me pone los pelos de punta. No olvidemos que los libros son otra vía más de ver la realidad como un espejo, incluso aunque sea ficción.

Pues bien, esto no lo he sentido así en Violet y Finch.

Después del accidente, Violet se negaba en rotundo a volver a montar en un coche. En el momento que Finch quiere animarla a explorar otros lugares más lejanos de Indiana para su trabajo de Geografía, lo fácil hubiera sido caer en obligarla a entrar en el coche con la excusa de que en algún punto tenía que reaccionar.

Eso no ocurre en esta novela.

Finch no solo la alienta a intentarlo, es que además le ofrece pequeñas grandes metas para conseguirlo: que ella se monte sola en el coche y él no esté dentro, poner unas normas de velocidad, etc

Por qué me quedo con el libro

«He aprendido que en este mundo existe el bien si te esfuerzas por encontrarlo. He aprendido que no todo el mundo es decepcionante, y en eso me incluyo a mí, y que un montículo de 383 metros puede parecer más alto que un campanario si te encuentras al lado de la persona adecuada».

La novela Violet y Finch está disponible en Netflix en formato película. Sin embargo, esta es una de las ocasiones en las que el libro gana por goleada.

Te explico porqué.

Reflejar los pensamientos

La novela está narrada con dos voces, la de Violet y la de Finch. Ambas en primera persona y es muy necesario este tipo de narrador, en vez de uno en tercera, porque así comprendemos realmente cómo experimentan el mundo, cómo se sienten.

¿Qué pasa? Pues que reflejar tanto peso del pensamiento en una película es casi imposible si no se quiere abusar de la voz en off. Y por eso creo que, especialmente el personaje de Finch, pierde parte de su complejidad y la empatía que el lector genera con él.

Faltan personajes

Aunque Decca, la hermana pequeña de Finch, no aparece en la película no fue este el personaje que eché en falta, sino sus padres. Parte de esa incomprensión con la que lidia Finch viene dada por sus padres.

Su madre no se toma en serio las señales y el abandono de su padre, junto con su personalidad en la que Finch se ve reflejado pero sin llegar a comprender, son gasolina.

Escenas modificadas

La historia comienza completamente diferente y creo que es un grave error. En la película están los dos solos cuando él evita que Violet se suicide.

Sin embargo, en el libro todo el instituto los ve subidos al campanario y es el propio Finch quien dice que ha sido Violet quien le ha salvado.

Esa escena es clave porque a lo largo de la trama el resto de sus compañeros se encargan de echarle más leña a la etiqueta de friki. Hay otras más modificadas, pero para mí esta sería la que perjudica más el sentido de la novela.

Si te decides a leer la novela Violet y Finch, puedes comprarla aquí.

Antes de despedirme, te quiero dejar una de las tantas frases que he subrayado del libro y que pertenece al escritor italiano Cesare Pavese.

«Recordamos instantes, no días».

Te mando un abrazo lleno de amor y luz, y recuerda, si necesitas ayuda, por favor, no dudes en pedirla.

Quizá te guste también esta novela juvenil.

*Este post contiene enlace de afiliados de Amazon. Te invito a comprar siempre los libros en las librerías de barrio, pero si decides que prefieres hacerlo a través de Amazon, adquirirlo con los enlaces que te proporciono me ayuda a monetizar el blog. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

💛️ También te podrían gustar las siguientes entradas:

Seis libros para regalar a tu madre en cualquier momento

Hace unos días te proponía cinco trucos para regalar un libro y acertar. Hoy te enseño seis historias escritas por mujeres, cargadas de fuerza, misterio y mucho amor. Seis libros que le puedes regalar a tu madre en cualquier momento y decirle lo mucho que la quieras a través de las letras. Esta entrada del blog la ideé para el día de la madre pero mi intuición me gritaba cada vez que intentaba darle a publicar. ¿Cómo iba a hablarte del día de la madre si no lo celebro? No tengo nada en contra de los días marcados por el calendario de otros, sin embargo, en mi casa no se celebran. S ...
Quiero leer más

La cara norte del corazón: Episodio 6 del podcast

¡Vuelven los domingos de podcast! Esta vez de la mano de Dolores Redondo y su libro, La cara norte del corazón. Una joya de historia y de narrativa :) Me enamoré de esta autora con la Trilogía del Baztán y me sigue sorprendiendo con cada novela. Valoro muchísimo la maestría que demuestra uniendo folclore tradicional con la realidad más cruda. Adentrarse en sus libros es placentero a pesar de que la muerte sea una de las protagonistas. La cara norte del corazón está ligada a la Trilogía del Baztán, te hablé de ella en este vídeo, pero si no la has leído no te preocupes porque n ...
Quiero leer más

El tiempo entre costuras de María Dueñas

El tiempo entre costuras de María Dueñas era una de las propuestas literarias del pasado club de lectura. Una novela que llevaba un par de años en la estantería de casa y que ha sido todo un regalazo. María Dueñas es doctora en Filología Inglesa y en 2009 irrumpió en la narrativa española con una fuerza abismal. El tiempo entre costuras se abría paso en el corazón de lectores y telespectadores tras su adaptación a la gran pantalla. La novela es tan especial y está tan bien contada que te puedo asegurar que, aunque es la primera obra que leo de la autora, no será la última. ¿ ...
Quiero leer más

Sapiens, de animales a dioses, de Yuval Noah Hanari

Sapiens, de animales a dioses, ha sido uno de los libros de no ficción con el que más he aprendido. Me dejó anonada desde las primeras páginas por la forma de aunar hechos y resultados científicos con reflexiones éticas y morales. Todo ello regado con una visión objetiva y clara. Puede que tengas la impresión de que el autor piensa de determinada forma pero a la vuelta de la página, te lo desmonta por completo. Gracias a este pensamiento constructivo, el lector puede ser crítico con la información recibida. Vamos, no tragar sin más como los medicamentos que dicen saber a naranja y ...
Quiero leer más