Tertulias familiares, cómo incentivar la curiosidad

Tengo la sensación de que, en general, hablamos con menos calidad. Las tertulias familiares parecen, en algunos casos, pequeños programas de televisión en los que comentar la vida virtual de famosos e influencers. ¿Dónde quedaron las anécdotas y las tardes de sobremesa eterna?

Me di cuenta que con mis primos pequeños las conversaciones distan bastante a las que viví alrededor de la mesa de la cocina de mi abuela. Y el anuncio de Ikea de la Navidad pasada, me confirmó que ese fenómeno venenoso no solo se había colado en nuestra tribu.

Toma nota de la idea que se me ocurrió para darle cafeína a esas conversaciones 🙂

Cómo conseguir tertulias familiares de calidad

En la mayoría de ocasiones no escuchamos porque no nos interesa el tema. Asentimos, gruñimos (si es que eso se puede considerar una respuesta), y poco más.

Este experimento lo he probado con mi compañero de aventuras y nos ha fascinado.

  1. Cada uno escribió en un papel temas que nos apetecía tratar, en la foto tienes un ejemplo de nuestras ocurrencias. Esas materias que hacen que tengamos veinte pestañas abiertas en el ordenador o que empecemos a comprar libros como si los fueran a quemar en la hoguera.
  2. Metimos esos hilos para las tertulias familiares en un bote y cada semana sacamos uno al azar.
  3. Durante una semana, investigamos por separado sobre el tema que nos haya tocado. En nuestro caso, la primera tertulia se centró en la inteligencia artificial. Si te interesa, el documental de Netflix AlphaGo es muy ilustrador.
  4. Fijamos una tarde o unas horas concretas para sentarnos a charlar, casi siempre el domingo. Nada de tele, móvil o cualquier pantalla que nos pueda distraer. Lo importante es compartir tiempo de calidad. Si se acaba el mundo, ya nos enteraremos.

Con estas pequeñas tertulias familiares, no solo hemos conseguido descubrir temáticas que por nosotros mismos no hubiéramos tocado, ya te digo yo que en la vida me hubiera sentado a investigar sobre la exploración espacial y vida extraterrestre. Sino que además, han conseguido que la curiosidad, la atención y la escucha activa se pusieran las pilas.

Cómo implantar estas tertulias con niños

Este ejercicio tan sencillo, se lo propuse en verano a algunos padres de mis alumnos. Una tarde en familia en la que todos tuvieran que charlar sin prisa ni presión. ¡Les ha encantado!

Algunos me han confirmado que han descubierto temáticas que no sabían que a sus hijos le estaban interesando, como por ejemplo, los dinosaurios o los pájaros. Lo bonito es que además, los padres consiguen enseñarles a sus hijos qué intereses les mueven a ellos.

Sí que hay tiempo, solo hay que saber canalizarlo.

  1. Introduce estas charlas como un juego en casa, no una imposición.
  2. Reserva un momento concreto en la semana, nada de excusas baratas de última hora.
  3. Aprovecha para comenzar a tratar temas importantes para la familia y que no sabes en qué momento hacerlo.
  4. Escucha atentamente lo que dicen, cómo lo hacen y qué callan.
  5. Y por supuesto, disfruta de ese pedacito de tiempo en familia.

También considero que es una oportunidad maravillosa para que los niños empiecen a hacer pequeñas presentaciones, a hablar en público y aprender a gestionar esos nervios que surgen en el directo. De cara al cole, les facilitará hacer una presentación delante de sus compañeros 🙂

¿Qué te parece este experimento de tertulias familiares? ¿Te animas a probarlo?

Si te resulta interesante, no dudes en compartirlo en tus redes sociales 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

💛️ También te podrían gustar las siguientes entradas:

El silencio de Colinas Frías

Colinas Frías Tenía muchas ganas de publicar este relato porque está inspirado en la zona en la que vivo, La Alpujarra. Las costumbres, lugares y personajes son ficticios pero la belleza de los pueblos blancos que relucen en el verdor de las montañas son reales. La aventura de Colinas Frías se me ocurrió una tarde mientras veía bajar a muchos de los que visitan nuestra zona. Ese río de coches y ganas de descubr ...
Quiero leer más

La tía Margie: El día que casi arranco una puerta en Suecia

No hay nada en la vida que me guste más que viajar, bueno, quizás el chocolate; o mejor, viajar comiendo mucho chocolate. No, definitivamente viajar es de las cosas que más me pirran del Universo y oye, no sé cómo me las apaño pero siempre acaba interviniendo alguna anécdota para recordar en cada periplo aventurero en el que me embarco, como el día que casi arranco una puerta en Suecia. ¿No me crees? Ya me irás conociendo, porque sí, soy muy intensa y te juro que es la primera palabra que me salió en una entrevista que me hicieron hace algunos años y cuyo viaje daría para cient ...
Quiero leer más

Cómo correr te ayuda a fomentar la creatividad

Correr es uno de mis cimientos de A.M.A.R. Ese movimiento no solo eleva mis pulsaciones, también mis sueños. Correr, sobre todo largas distancias, es una herramienta brutal para fomentar tu creatividad. Y hoy quiero contarte mi historia, porque yo tampoco aguantaba ni cinco minutos seguidos y al final he sido capaz de acabar 11 medias maratones. Soy un desastre para las fechas, excepto para los cumpleaños. Me encantaría decirte la fecha exacta en la que empecé a correr pero no la tengo muy clara. Cuando era pequeña hacía campo a través, casi siempre llegaba de las últimas pero a mí ...
Quiero leer más

Si hubiera sabido…

te hubiera querido más Las sábanas siguen oliendo a ti, me recuerdan que no fuiste un espejismo. Sabina necesitó 500 noches para olvidar y yo creo que son insuficientes para desprenderme del sabor de tus caricias. Cada vez que escucho el sonido de unas llaves el estómago se me encoge pensando que volverás a abrir esa puerta que te vio marchar. La cerraste diciendo para siempre pero para siempre también me prometiste ...
Quiero leer más