Después de unos meses alejada de las redes y del blog, vuelvo a abrirme al mundo digital. Este espacio fuera de la tecnología me ha ayudado a escucharme y a romper ciertas barreras mentales que seguían frenándome. Ahora tengo objetivos claros y mi foco está puesto en ellos, como terminar mi primera novela. Para llegar a ese momento «Eureka», me han ayudado mis diarios personales. Con ellos he podido detectar patrones y conductas que estaban alejándome de la vida que quiero.
Por eso, estos días que vamos a pasar en casa luchando contra el coronavirus, podemos usarlos como herramienta para darle la vuelta a la situación que estamos viviendo. Podemos elegir mantenernos pegados a las noticias, a los memes y a las redes o por el contrario, buscar en nuestro interior para encontrar la certeza de qué queremos.
Ahora tenemos ese tiempo que siempre nos falta para reflexionar y los diarios personales son una fuente de información muy potente. En mi último vídeo, desgrano cuáles son los pasos ideales para crearlos y revisarlos.
Trabaja con tus diarios personales
Este ejercicio no es apto para aquellos que tengan prisa. Si quieres una solución rápida, ni te molestes en intentarlo. Seguramente después de un mes los terminarás dejando porque no te han solucionado nada. Así no funciona el juego del crecimiento personal. Aunque cada día son miles los vídeos, post, libros y podcast que se publican sobre emprendimiento, desarrollo personal… muy pocos te cuentan la verdad.
Y no es que yo me crea mejor que nadie, pero tengo claro que a mí el humo no me gusta en ninguna de sus variantes. Conseguir descubrir ese camino que quiero vivir y los objetivos que anhelo alcanzar, no ha sido cosa de meses, sino de años. He leído muchísimos libros, he hablado con otras personas que estaban en la misma situación y he terminado sacando la misma conclusión.
Solo una búsqueda constante es sinónimo de encuentro con un mismo. Es tan fácil perderse y desconectarse… Permanecemos en continuo cambio nos guste o no. El mundo no se detiene porque a nosotros no nos venga bien su velocidad. Por eso los diarios personales son las brújulas perfectas en el caos que se puede convertir el día a día. En ellos anotaremos cada pensamiento y sensación que nos envuelva. No quedarán en el olvido y podremos revisarlos pasados un tiempo para así comprobar qué funciona y qué no.
Si no eres capaz de detectar los pequeños matices que componen tu rutina, tampoco podrás cambiar los grandes hábitos.
¿Tienes ya un diario? Estoy deseando conocer tus aprendizajes.
Gracias por dejarme besarte con letras.