
Lunes después de una semana muy larga. Vuelta a la rutina, al despertador. ¿Y si la empezamos con un chute de libros y alegría? Me parece que es mucho mejor que estar pegada a la máquina del café o maldiciendo por no tener cinco minutitos más entre las sábanas de coralina.
Algunos dicen que la Semana Santa es para comer torrijas y recorrer procesiones como si no hubiera un mañana. A mí me ha parecido más apetecible dormir como un Snorlax. Dicen que dormir rejuvenece y ahora que ya están las primeras arrugas y me he plantado frente a la cámara de nuevo, tenía que hacer cura de sueño 🙂
Nuevo vídeo en el canal
El vídeo que publiqué anoche a horas indecentes para estar conectado todavía a Youtube, versa sobre los cuatro libros que disfruté en febrero. Lo sé, estamos en abril y para muchas febrero queda en el olvido pero oye, ¿las cosas de palacio no iban despacio?
Tres de los libros que comparto en el vídeo ya han aparecido por aquí. Me apetecía contarlo de viva voz y añadir algunos detalles que quizás me había dejado en el tintero. Venga, antes de seguir enrollándome te dejo el vídeo. ¡Dale volumen!
Los libros del vídeo
El primer libro que aparece en el vídeo es Mujeres que compran flores de Vanessa Montfort. Un libro femenino y cargado de energía transformadora.
El siguiente libro se ha convertido en uno de los mejores que he leído en lo que va de año, Mi planta de naranja lima de José Mauro de Vasconcelos (Traductor Carlos Manzano).
El tercer libro es muy especial porque tengo el placer de conocer al autor, Ángel Gallego, y además es su primera obra Promise 593, ¿eres tú a quien busco?
Para el final del vídeo he dejado a Lucía Etxebarría con Beatriz y los cuerpos celestes. De este libro todavía no te había hablado en el blog.
Además, he añadido un pequeño spoiler sobre el vídeo de la semana que viene.
¿Sobre qué libros te gustaría que haga un vídeo?
Gracias por dejarme besarte con letras.
*Este post contiene enlaces de afiliado a Amazon.

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Desde que sus miradas furtivas se cruzaron, no dejó de perseguirla. La buscaba en cada rincón de la ciudad con ansia y desesperación, tanta que dolía. Quería tenerla cerca cada minuto, que no hubiera instante en el que no sintiera su ...
Dime que no y ya habrás encendido una llama que no podrás apagar.
Dime que no soy capaz y solo estarás echando gasolina para explotar.
Puedes llamarme loca, pero creo muy fielmente que se han abierto más puertas con un no que con un sí. Por eso te lo pido con todas mis fuerzas, dime que no.
Cuando eres capaz
Se puede denominar “callarle la boca a alguien”, “dar un zas” o co ...