La Ciudad de las Bestias de Isabel Allende

«Todos tenemos el espíritu de un animal, que nos acompaña. Es como nuestra alma. No todos encuentran su animal, sólo los grandes guerreros y los chamanes, pero tú lo descubriste sin buscarlo». La Ciudad de las Bestias.

Isabel Allende se ha convertido en una de mis autoras favoritas. Llegué a ella a través de Paula, un libro que te rompe el alma en mil pedazos y a la vez, tiene el encanto de atraparte, de sufrir con ella.

La narración de sus historias es un viaje sensorial profundo. No solo Paula es puro magnetismo, sino cualquier obra que haya pasado por las manos de Isabel, como por ejemplo El cuaderno de Maya.

Tiene el poder de contar las historias como si estas abrazasen al lector gracias a la belleza del vocabulario, los sentidos que evoca y la dulzura potente con la que realiza las acciones. Muestra una mirada diferente del realismo mágico, más íntima y femenina.

Qué es la realidad

En La Ciudad de las Bestias te da la oportunidad de vivir una experiencia entre los espíritus, la naturaleza y las distintas versiones de la realidad. Un descubrimiento del Amazonas y sus indígenas, un llamamiento elocuente a la reflexión más allá de lo que podemos tocar.

«Explicó que eran muy espirituales, creían que todo tenía alma: los árboles, los animales, los ríos, las nubes. Para ellos el espíritu y la materia no estaban separados. No entendían la simpleza de la religión de los forasteros».

En esta obra, la autora chilena parte de la premisa de la enfermedad. De cómo Alex, el protagonista, ve diluirse la vida que hasta entonces conocía a través del cáncer de su madre. Precisamente esa enfermedad es la que le va a conducir a vivir junto a su abuela, una famosa escritora, la mayor aventura de su vida.

Alex aprenderá cómo el mundo tiene más poder del que él creía. Junto a Nadia, la protagonista femenina, se adentrarán en el corazón de una tribu, la gente de la niebla. ¿Qué es real y qué no? Su incursión los unirá y los marcará. Dejarán de ser niños para convertirse en verdaderos adultos. Todo ellos salpimentado con experiencias sensoriales, ancestros y tradiciones que desconocían. Y será, de nuevo, la enfermedad la que marcará el rumbo de la tribu. ¿Sobrevivirán?

Al igual que en todos los libros de Isabel Allende, el amor brilla con luz propia. Sin embargo, no se trata de un amor romántico. Está el amor de madre, el amor entre amigos, el amor por la naturaleza, el amor a la verdad. Todos ellos tejen una tela mágica con la que se consigue convertir al lector en un personaje más.

La trilogía comienza con La Ciudad de las Bestias

Gracias al método que usa en este libro como broche final, puedes interpretarlo como una única novela o puedes tener la llama de la curiosidad disparada. Afortunadamente, la historia que comienza en La Ciudad de las Bestias continúa con El reino del Dragón de Oro y El bosque de los pigmeos. Lecturas que tengo pendientes 🙂

Mi consejo si decides introducirte en el mundo fantástico de Isabel Allende, es que te quites la capa de la razón y descubras sus obras desde el corazón. Cada palabra tiene su propio perfume. Sus descripciones no te parecerán relleno, sino un dulce néctar del que no querrás escapar.

Esta trilogía también tiene un punto reivindicativo. Si no cuidamos la naturaleza, si no abrimos los ojos más allá de lo físico, habrá un final oscuro del que no podremos escapar.

¿Has leído algo de esta autora? Estoy deseando conocer tu opinión 🙂

Si te apetece leer La Ciudad de las Bestias, puedes comprarlo aquí.

*Este post contiene enlace de afiliados de Amazon. Te invito a comprar siempre los libros en las librerías de barrio pero si decides que prefieres hacerlo a través de Amazon, adquirirlo con los enlaces que te proporciono me ayuda a monetizar el blog.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

💛️ También te podrían gustar las siguientes entradas:

Las fieras no entienden de cadenas

las fieras no entienden de cadenas El tiempo era relativo y cruel en su vida. Cuando estaba con ella huía con descaro y risa burlona, pero cuando se alejaba se detenía sin compasión. Desde que sus miradas furtivas se cruzaron, no dejó de perseguirla. La buscaba en cada rincón de la ciudad con ansia y desesperación, tanta que dolía. Quería tenerla cerca cada minuto, que no hubiera instante en el que no sintiera su ...
Quiero leer más

Museo del Prado, una mañana de autocuidado

Después de casi dos semanas desconectada del mundo digital, la certeza de que quiero tomar ciertas decisiones se hace más palpable. Ha dejado de ser una pequeña abeja que a veces zumba en mi cabeza, para tornarse en una llamarada que solo podré apagar si no le echo más combustible. Me levanto enérgica, entre esas decisiones está la de cuidarme y respetarme más y hoy voy a empezar por regalarme una mañana para mí sola en el Museo del Prado. Salgo de casa de Mario como si a la vuelta de la esquina me esperasen mis compañeros de clase para la excursión del trimestre. Estoy nerviosa. ...
Quiero leer más

Mujeres que me inspiran. Vivir con amor y luz

Fui una adolescente sin ídolos. Recuerdo que mis compañeras de clase tenían a su artista, músico o futbolista favorito. Yo no tenía a nadie y a veces me sentía extraña por esa falta de pertenencia a un grupo que hablaba de logros y vida ajenas. Llené las paredes de mi habitación con todos los pósters que había en las revistas, ni con esas se colaba nadie en mi interior. No encontraba a esas mujeres conocidas que me inspiran ahora, pero llegaron. Pasaron los años, entré en la universidad y lo mismo. Voy por momentos, igual un mes no dejo de escuchar a un grupo que después me paso ...
Quiero leer más

¡Soy finalista de la XIV Edición de los Premios 20 Blogs!

¿Qué es lo mejor que te pueden decir en la sala de espera de un ginecólogo? ¡Eres finalista, cruza la pasarela! Sí, parece cómico pero verídico como la vida misma. Hace un par de horas, mientras esperaba mi turno para esa revisión anual en la que se pierde la dignidad al subirse al potro, recibí un correo desde el periódico 20 minutos. ¡Soy finalista de la XIV Edición de los Premios 20 Blogs!  Entre la emoción, la mascarilla y el silencio sepulcral de la clínica, ¡a mí me iba a dar algo! Solo quería gritar, saltar, reír, llorar y abrazar muy fuerte. A punto he estado de e ...
Quiero leer más