Hace poco conté que Loren me había regalado un kindle por mi 29 cumpleaños. Unos años atrás, tuve otro eBook pero no tenía conexión wifi así que me parecía un rollazo usarlo frente a la magia que esconden los libros en papel. Aunque me siguen fascinando los libros físicos, me he comido mis palabras y gracias a este cacharrito tan mono, he descubierto novelas como de la que te quiero hablar hoy, Empezamos siendo tres de Kelly Eirinne.
En el último episodio del podcast, comenté que hay varios tipos de novelas románticas. Las que siguen un estilo más clásico y las que no. Esas novelas románticas cliché o más tradicionales, tienen como único foco el amor romántico. Por su parte, una versión más actual introduce otros factores como pueden ser las relaciones familiares, laborales o el desarrollo personal. Estas últimas las veo muy ligadas a las novelas contemporáneas femeninas.
Por favor, que quede claro que ningunas son mejores que las otras, simplemente son matices diferentes. Mencionado esto, ¿nos lanzamos con esta novela?
Qué me ha gustado de Empezamos siendo tres
Empezamos siendo tres es una novela de corte más clásico. La protagonista cree tener el plan perfecto para alcanzar su gran amado sueño, trabajar en una editorial. Sin embargo, la vida tiene otro juego en mente. Un accidente de coche, un baño de café y su piso completamente inundado; no solo provocarán que no consiga llegar a la entrevista sino que además, se verá en la necesidad de pedirle trabajo a James, la última persona con la que desearía encontrarse.
Esta novela es la primera publicada por la autora Kelly Eirinne y como le dije por redes, puede estar muy orgullosa de su primer trabajo 🙂 Una recomendación que daría como lectora es que cambiemos la mirada en las historias.
No podemos comparar un primer trabajo de una escritora con una trayectoria de años. Es de cajón que el estilo se perfecciona a base de trabajo, de ensayo y error. He visto críticas a otras escritoras que me han puesto los pelos de punta, ¿con qué fin? Por favor, hagamos comentarios que permitan ayudar, no romper sueños.
Uno de los detalles que me ha parecido más importante en Empezamos siendo tres es la profundidad que se dedica al pasado familiar de los protagonistas. De hecho, creo que es un aspecto clave para que en el momento en el que aparezca Bichito, toda la historia sostenga la intensidad emocional.
Conocer esa trayectoria permite entender las reacciones, que no sean forzadas. Además, de que le otorga un toque más humano.
También me ha gustado que el peso no estuviera en las descripciones ambientales sino en las psicológicas. El ritmo se mantiene bien y aunque suceden bastantes acontecimientos, hay descansos temporales que ayudan a asumir ese flujo. Es una historia fresca y gustosa de leer.
Cuando hablé con Kelly por redes, me comentó que habrá otros libros en los que los protagonistas serán los secundarios de Empezamos siendo tres 😉
Qué cambiaría de esta novela
Hay dos detalles que personalmente no me convencieron. La forma en la que se produce el primer beso y la sensación de que el chico salva a la chica junto con el poder de los celos.
No es algo que esté mal en la historia o que no tenga sentido, pero no me gusta que las mujeres necesiten ser salvadas o que se pueda confundir celos con más amor. Ya te digo que es algo personal y necesitaría dar bastantes detalles del libro para explicar exactamente a lo que me refiero pero como no quiero hacerte ningún spoiler, lo dejamos así 🙂
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