De repente un día explotas sin tener muy claro qué se estaba cociendo en esa olla. Tus sentimientos florecen de la noche a la mañana. ¿Llevaban tanto tiempo ahí agazapados?
Empiezas a sentir de la más intensas de las formas. Aparecen sensaciones que eran desconocidas y no están resultando precisamente agradables.
Preguntas que parecen no tener respuesta o que no quieres saber realmente su origen. Pero para que el río siga fluyendo, hay que romper con la presa que lo detiene. Encontrar el pilar maestro que la derrumbe por completo.
Nos tragamos demasiadas emociones a diario, incluso sin ser conscientes. Guardamos bajo la alfombra todo aquello que hace feo en nuestra bonita habituación y dejamos para mañana cualquier situación que haga tambalear la zona de confort.
Pero antes o después todo sale.
Deshacer el mundo que conoces
El gran problema o maravilla, depende de los ojos con los que se mire, es asumir que algo falla y que es el momento de evolucionar, de dar el siguiente paso.
Sin embargo, para emprender ese fascinante viaje hay que deshacer todos los nudos que nos aprietan, nos consumen y nos atan evitando cualquier resquicio de cambio.
Deshacer la madeja de forma consciente es duro, mucho, y lo digo con conocimiento de causa. Tocar heridas pasadas que parecían cicatrizadas pero que por mucha sal que derramaron las lágrimas siguen ahí, frescas esperando otro golpe de cuchillo, no es precisamente el plan que se espera para un día cualquiera. Pero hay que hacerlo sí queremos ser de verdad quien nosotros queramos ser.
¿Total, qué podemos perder?
No es cuestión de quién hemos sido o por lo que hemos pasado, sino de qué queremos, cómo lo queremos y lo más importante, cuánto lo queremos.
Teniendo claro el objetivo, superar las emociones que se enquistaron en nuestra mente se llevará de manera más liviana, aunque hay que tener claro que no es fácil deshacer el camino para emprender uno nuevo.
Pero si pulsas la tecla correcta, encenderás el chip. La gasolina de todo motor arde si se le da la motivación exacta, ni excesiva ni escasa. Todo perfume necesita de su justa medida. Y todos nos merecemos ser nuestra mejor versión, siempre y cuando lo deseamos de verdad, con todas nuestras fuerzas.
Gracias por dejarme besarte con letras.


A mi madre la asesinó una rosa. Cuando llamaron al timbre me ordenó que me encerrara en mi habitación. No le gustaba recibir visitas en mi presencia, decía que los niños copan toda la atención y ella necesitaba las tertulias de las cuatro para olvidarse de que vivíamos en un minúsculo pueblo del interior.
Estaba releyendo uno de mis libros favoritos antes de que el ruido estri ...
Superación: Vencer obstáculos o dificultades.
Cierro los ojos y me vuelvo a situar en el arco de salida. Un nudo se adueña de mi garganta y el corazón se acelera. Las lágrimas no tardan en aparecer pero no salen, solo riegan mis ojos.
Esa misma emoción de felicidad tan intensa irrumpe cada vez que mis zapatillas se plantan delante de un arco de salida. Es como si mi cuerpo ...
2 comentarios
Bea,me ha encantado. Yo estoy justamente en ese proceso de búsqueda de mi mejor versión. Es doloroso atravesar muchas cosas, pero a la larga gratifica, de verdad. Nosotras podemos 🙂 un abrazo enorme. PD: Me encanta como escribes.
¡Claro que sí! Evolucionar cada día, no conformarse ni estancarse por comodidad 🙂
A seguir a tope luchando por los sueños, porque con trabajo se hacen realidad 🙂 Un besote guapa.