Caperucita en Manhattan de Carmen Martín Gaite

¿Recuerdas una obra que te haya devuelto a la inocencia de la niñez? Caperucita en Manhattan es una joya hecha libro. Consigue darle vida a una historia que puede ser leída tanto por niños como por adultos y ninguno de ellos sacará las mismas conclusiones ni se fijará en los mismos detalles. Precisamente por eso, ha sido publicada en la colección Las Tres Edades de la editorial Siruela.

Carmen Martín Gaite, la autora, ha conseguido crear magia que traspasa cualquier corazón lector.

Sara Allen es una niña con una imaginación y una curiosidad desbordante. Intenta conocer el mundo que le rodea en Nueva York pero sus padres, no están por la labor de responder de forma clara a sus preguntas. Su mayor sueño es poder desplazarse sola por Manhattan. Idolatra a su abuela y no entiende los comentarios que su padre vierte sobre ella. Sin embargo, un día parece que su sueño va a hacerse realidad, incluso conocerá la auténtica alma de la estatua de la Libertad. ¿Cómo terminará su gran viaje y qué pinta un lobo amante de las tartas en todo esto?

Sara, como cualquier niño, interpreta su propia realidad y las reflexiones que esta pequeña alma vierte en la primera parte del libro son dardos para los adultos. Unas pausas para que volvamos a ver la vida como la ven ellos. Nos recuerda que los niños necesitan explicaciones coherentes y no meras frases hechas ya que la mayoría de ellas, requieren de tiempo y madurez para comprender su trasfondo.

Una de mis partes favoritas de este libro son las descripciones. Visitar una de las ciudades más emblemáticas del mundo a través de los ojos de Sara es como limpiar unas gafas cegadas por el polvo. Todo parece nuevo y su ilusión e inocencia contagia cada página.

Caperucita en Manhattan, amor por la vida

Hay dos partes diferenciadas en esta novela: Sueños de libertad y La aventura. En la primera parte, conseguimos comprender y conocer a Sara y a su familia.

«Sí, Sara lo sabía. Pero las bromas de las personas mayores no conseguía entenderlas, porque no tenían ni pies ni cabeza. Y lo que menos gracia le hacía era que las usaran para contestar a preguntas que ella no se estaba tomando a risa».

También es aquí en la que se despliega su gran obsesión, descubrir Manhattan sola, exprimir cada rincón y maravillarse con las aventuras que esconde la isla.

«Sara encendía la luz, sacaba de la mesilla el plano de Nueva York que le regaló años atrás el señor Aurelio, y se ponía a mirarlo».

¿Qué historias te vienen a la mente cuyos personajes no pegan a priori? Caperucita en Manhattan te valdrá de modelo a partir de ahora. Una niña obsesionada con Manhattan, una madre obsesionada con hacer tartas de fresa, un Lobo obsesionado con encontrar la tarta de fresa perfecta, una vagabunda Lunática obsesionada con la libertad y, como no, una abuela obsesionada con el amor.

Todos los personajes dotan a la historia de una atmósfera única. Se enreda y se estira, anhelos por cumplir que, ¿llegarán a verse realizados? Sin duda, uno de los libros que más me ha sorprendido.

Te lanzo esta última reflexión Caperucita en Manhattan 

«Quien no ama la vida, no la encuentra».

Si te apetece zambullirte en esta historia, pregúntale a tu librero de confianza o puedes comprarlo a través de este enlace de afiliado de Amazon. En el caso de que dispongas de Kindle Unlimited, lo encontrarás incluido en el catálogo.

También te recuerdo que el domingo pasado lancé el episodio 3 del podcast, el último sobre ensayo feminista. El próximo 10 de mayo volveré a estar al otro lado de los auriculares con un nuevo género literario, thriller y novela negra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

💛️ También te podrían gustar las siguientes entradas:

La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez

Agnes Martí es una arqueóloga apasionada de su profesión. Cansada de la falta de oportunidades en España, decide poner rumbo a Londres. Su primer encuentro con la ciudad no es idílico hasta que la desesperación la lleva al barrio del Temple. En él encontrará los cimientos de su oasis, Moonlight Books, la librería del señor Livingstone. Un lugar mágico lleno de personajes icónicos. Una atmósfera de amor y locura en la que desplegar sus alas hasta que un día, el rugir de las campanillas de Moonlight Books anticiparán el huracán que está por llegar. Qué vas a encontrar en La ...
Quiero leer más

La mujer de mi marido de Jane Corry

Es curioso cómo las historias consiguen que nos imaginemos lugares en los que nunca hemos estado o personas que probablemente no conoceremos. Esa mezcla entre nuestra realidad y la de la novela me fascina. Es un juego que si se ha tejido bien atrapa hasta el punto de querer que no tenga fin y es lo que encontrarás en La mujer de mi marido. ¿Puede una relación sobrevivir a las mentiras? Cuando la abogada Lily se casa con Ed se promete empezar de cero dejando cualquier atisbo del pasado a un lado. En su primer caso como abogada criminal debe defender a Joe, un hombre acusado de asesinar a s ...
Quiero leer más

Mujercitas de Louisa May Alcott

Uno de los libros que tratamos en la primera reunión del club de lectura online, fue Mujercitas de Louisa May Alcott. Esta obra cuenta la historia de cuatro hermanas adolescentes que viven desde la humildad el mundo que les rodea. Su padre está en la guerra, su madre y una criada son los cimientos que quedan en casa. Sin embargo, un desayuno de Navidad cambiará el rumbo de sus vidas y empezarán una relación casi familiar con su vecino, Laurie. Mujercitas adquirió una gran éxito al poco tiempo de publicarse y de ahí, surgió la idea de seguir dándole alas a la historia de estas cuat ...
Quiero leer más

Piel de lobo de Lara Moreno

crítica literaria Después de un mes de desconexión digital vuelvo al blog cargada de ideas. En el último post que publiqué antes de marcharme, hablé sobre una situación muy dura que me tocó vivir, el monstruo de la depresión. Creo que con ninguna otra publicación me he expuesto tanto pero de corazón siento que ha merecido la pena. Primero porque mi cuerpo me pedía que diera el paso de verbalizarlo públicamente. Seg ...
Quiero leer más