Las sábanas siguen oliendo a ti, me recuerdan que no fuiste un espejismo. Sabina necesitó 500 noches para olvidar y yo creo que son insuficientes para desprenderme del sabor de tus caricias.
Cada vez que escucho el sonido de unas llaves el estómago se me encoge pensando que volverás a abrir esa puerta que te vio marchar. La cerraste diciendo para siempre pero para siempre también me prometiste tu amor. Aún me quedan unas gotas de esperanza de que ese adiós solo fuera un hasta luego, uno más de tus arrebatos. Que vuelvas y me hagas el amor como si el tiempo no hubiera seguido su curso.
Me despierto cada noche agitado, aturdido y excitado al pensar en tu piel, en la forma de mover tus caderas. Me encanta ese toque sutil que solo tú tienes al quitarte el pelo de la cara. Como te muerdes el labio mientras te concentras en alguna de tus aventuras.
Si hubiera sabido que esa noche era el última no te hubiera dejado marchar. Te hubiera dado todos los besos que reclamabas, te hubiera abierto mi alma sin escudo ni protección. Te hubiera abrazado hasta dejarte sin aliento, te hubiera dicho mil y una vez que te quiero.
Pero no lo hice y ahora solo me quedan los suspiros.
No supe entender que las flores se riegan cada día y no solo en primavera. Que el amor es cosa de dos y no basta con dejarse hacer. Que mirar continuamente al pasado ennegrece el futuro, el que iba a ser nuestro futuro.
No te reprocho nada, ni siquiera esas sonrisas falsas que al final me regalabas. Soy el único culpable de que un sueño se convirtiese en pesadilla. Buscaba una perfección idílica y solo tenía que abrir bien los ojos para ver que la tenía delante. No hay mayor ciego que el no quiere ver, y mi venda se cayó demasiado tarde.
Ahora solo me queda recoger la venda y atármela a la muñeca para que no se me olvide lo que un día tuve y dejé escapar. Para no repetir el mismo error con tropecientas piedras. Quien sabe si el destino te vuelve a poner en mi camino. Te haría entonces con esa venda el mejor de los lazos, uno que te una a mí pero esta vez para quedarte.
Gracias por dejarme besarte con letras.


Si salieras a vivir[/caption]
Me encontraba en el pasillo del instituto. Mis complejos, unas amigas y yo. Estaba ese día con la cabeza en otro sitio, rumiando. De repente las miré y dije "me merezco conseguir ser la profesional con la que sueño".
Así, sin anestesia. No recuerdo quién fue pero alguien respondió con un tono burlón "claro, y a mí que me to ...
Parece que ya no hay sitio para los románticos.
Los sentimientos se han convertido en pecado y simplemente nombrarlos es un sacrilegio, no digamos ya tenerlos. Lo efímero reina a sus anchas. Lleva las riendas y el mundo dice estar a gusto protagonizando una vida llena de prisas y frialdad.
Abrazos y besos gélidos que llenan camas sin nombre porque ya no recuerdan quienes pasaron por allí.
Los corazones se esculpen en piedra y ...
Acudir al evento de escritores Molpecon fue una necesidad. Llevo años escribiendo pero nunca me lo había llegado a tomar en serio como profesión hasta hace unos meses. Simplemente era una vía de escape y pasión. De hecho, estaba escribiendo mi primera novela de autoficción en la sombra. No quería verbalizarlo porque para mí escribir es algo tan íntimo que me aterraba que fuera pisoteado sin piedad.
...
Este mes de vacaciones ha sido muy diferente al resto. Durante 21 días he estado recorriendo Bali, Islas Gili y Yogyakarta y los podría resumir en dos palabras, intensidad e inmensidad. Otra palabra que resonaba con fuerza era reinventarse. Todavía no sabía cómo.
Ha sido un viaje en el que intenté, y casi lo consigo al 100%, olvidarme de todo lo que tenía aquí para centrarme en tener los s ...